domingo, 23 de junio de 2013

Tarde

Si Ella sale a las 7:10 y Él a las 7:15, a las 7:20 -calculando la velocidad de sus pasos- se encontrarán en la parada de autobús. Entonces ella le preguntará la hora, recordando que ha olvidado su reloj pulsera y él responderá "7:20" casi sin pensar, concentrado en descifrar el color de esos ojos que lo interrogan. Dos años después se casarán. En dos más, un día de abril, nacerá su primera hija a la que llamarán Eliza en honor a una abuela. Nadie contaba con que el despertador fallara ese día y él, inocente, se despertara a las 7:30. Diez minutos tarde para cumplir con su destino, y con el de Eliza, y con el de Ella.

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Nombre: Karen Piedrahita
Alias: K
Sitio webPor la trocha
País: Colombia

4 comentarios:

  1. Lamentablemente lo que nos planteas en este cuento puede estar pasándonos constantemente.
    Un saludo, Karen.
    P

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  2. Tomas un camino e inevitablemente dejas un montón que no podrás recorrer, así es. Yo lo terminaría en "tarde para cumplir su destino".

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  3. Me ha gustado mucho. Más de una vez nos planteamos casos parecidos.
    Besicos muchos.

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  4. Los despertadores que no hacen bien su función no sirve. Muy buena historia y muy buen final aunque no sea feliz

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