domingo, 23 de junio de 2013

El ruido de las nueces

A la hora del desayuno, nunca falta la rosa roja en un vaso. Las letras se reúnen, imantadas a la puerta del frigorífico, en armonía de colores, ordenadas de arriba abajo, de izquierda a derecha o en montaña rusa, para formar el  te quiero. 
     Durante la comida el móvil zigzaguea sobre la mesa. Mensaje: Te echo de menos, con alguna variación según el día.
     Durante el café de media tarde, llega el mail con el corazón brincando o una boca que infla palabras de amor, como globos de chicle (último diseño de informático).
     Mientras cena de cara a los azulejos de la cocina, suena el teléfono.
     Llegaré tarde, dice. Una reunión de última hora, asegura; y como música de fondo: las risas y el entrechocar de copas.


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Nombre: Lola Sanabria
Sitio web: Lola Sanabria
Lugar: España

4 comentarios:

  1. Mariángeles Abelli Bonardi25 de junio de 2013, 22:37


    Al final, la rosa, los mensajes y los mails terminaron revelándose en su total dimensión: no eran otra cosa que nueces huecas, y ya se sabe que no hay nada peor que algo hueco, más si es un corazón. Me gustó mucho tu soplo, Lola, sobre todo por cómo jugaste con el conocido dicho, "Mucho ruido y pocas nueces". Un saludo patagónico, Mariángeles

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  2. Buen micro, con ese final que lo trastoca todo y abre al lector a otra realidad. Felicidades.

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  3. cómo todo se ve bien? Espero que siempre inteligente y saludable. Espero que nos encontremos de nuevo http://jusherbal.my.id/gastroenteritis.abi

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